Últimos preparativos para el tercer sitio de Gerona (IV).

Otra de las medidas de polícía de salubridad que se tomaron fue la que motivó el siguiente bando:

"Don Mariano Alvarez de Castro, Lopez, Gonzalez del Pino, Troncoso de Liria, y Sotomayor, etc., Caballero del Hábito de Santiago, Brigadier de los Reales Exercitos, Capitan de Reales Guardias de Infanteria Españolas, Gobernador Militar y Político interino de esta Plaza y sus Fuertes, Subdelegado de Rentas Reales, Comandante General de la Vanguardia del Exercito de Cataluña y Tropas del Ampurdan, y Presidente de la Junta de Gobierno, unida con la de Figueras.

"Sin embargo de que en todos tiempos se ha prohibido con el mayor rigor el que se entrasen Carnes frescas muertas fuera de la Ciudad, asi por ser contra la privativa que tiene el muy Ilustre Ayuntamiento, como, y tambien por los males que se originan, y pueden acarrearse de introducir Carnes malas, ó infactas, de que puede resultar un contagio general que por todos términos debe evitarse, y precaverse: Ordeno, y mando que persona alguna séase de la clase que se fuere, entre en la presente Ciudad Carne fresca alguna muerta fuera de ella, baxo la irremisible multa de diez libras, y pérdida del género por la primera vez, y de otras arbitrarias, y mas rigurosas en caso de reincidencia. Gerona 20 Abril de 1809.-- Mariano Alvarez".

La situación económica era como siempre alarmante. El ministro de la real hacienda en la plaza Don Carlos Beramendi, hizo presente á la Junta militar, que los caudales que le entregaba la Junta económica no bastaban para pagar la guarnición, ni para las demas atenciones; que habia pedido caudales al intendente del ejército y á la Junta superior del Principado y que en el interín los recibía, proponía suministrar á la tropa en lugar del prest, un equivalente en menestras y tocino, y aseguró que los víveres que se consumiesen en estas raciones, los reemplazaría luego con los que esperaba de Tarragona. En vista de esta exposición, la Junta acordó que se socorriera á la tropa con los citados alimentos.

En medio de tal escasez, sirvió de bastante consuelo la seguridad que recibió el brigadier Alvarez, del obispo de la Diócesis, de que el clero de la misma contribuiría á los gastos, con la suma semanal de 1.140 reales. Agradecido el General, dispuso que se publicase en el Diario de Gerona el espresado ofrecimiento, dirijiéndose á la junta la siguiente comunicación:

"El Ilmo. Sr. Obispo de esta Ciudad, con fecha 18 del que rige me contesta al oficio que con fecha del 5 le pase, á fin de que se sirviese manifestar las cantidades de que podía disponer, para el fondo que debe servir á las obras de fortificación de esta Plaza por lo tocante á los Eclesiásticos.

"Puede V.E. contar, me dice S.I. con que el Clero Secular y Regular de esta Ciudad, contribuirá semanalmente con la cantidad de 1.140 reales vellón que pondrá en manos del R. Narciso Camps, depositario al intento.

"Siendo bien notorio el celo que en esta singular é interesante época ha manifestado el venerable Clero de esta Ciudad, prestándose con el mayor entusiasmo á tantos oficios y empleos personales, desembolsando al mismo tiempo cuantiosas cantidades en donativos y empréstitos sin omitir el ejercicio de su palabra para animar al pueblo á la mas justa de todas las guerras, confieso que me ha enternecido su generosidad y patriotismo en hacer este nuevo sacrificio, particularmente teniendo en consideración el conocido desmembra-miento de sus rentas, que está sufriendo dicho respetable clero, tanto por la invasión de los enemigos en la mayor parte de este Obispado, como por las demás circunstancias que á nadie se esconden. Siempre uniforme en su conducta desde el principio del levantamiento de esta Ciudad, repite en la actualidad su constante adhesión á su Rey y á la Patria. Deposita en el instante el subsidio que se le propone y deja á sus vecinos para que le imiten el ejemplo de la pronta sumisión á las órdenes del Gobierno. No se para á interpretar, no quiere disputar la necesidad de este recurso, medio muy frecuente y con que se encubre acaso el egoísmo ó indiferencia. La circunspeccion y sus luces le muestran que la lucha entre nuestras pasiones y voluntades, es el funesto tropiezo que detiene y á veces amortigua el patriotismo. Dócil á sus impresiones, no escucha más que el clamor de la patria acometida y despedazada por la ambición y el furor de un tirano. Protesta amor, conciliando en su servicio las obras con las palabras. Sostiene su existencia y honor en lo que alcanza sus rentas. Siguiendo sus loables pasos, la salud de la patria es indefectible; será amenazada pero no vencida. Podrase retardar su libertad, pero será más honorífica y segura. Semejante demostración no puede menos de manifestarse al público, y por lo mismo lo hago así saber á esa Ilustre Junta á fin de que mande redactarlo en el Diario de esta Ciudad.

"Dios guarde á V.S. muchos años.-- Gerona 21 de Abril de 1809.-- Mariano Alvarez".

Para poder subvenir á los cuantiosos gastos que importaban las obras de fortificacion que se estaban llevando á cabo, todos los Jefes y oficiales de la guarnición, desde los subtenientes hasta el brigadier, cedieron mensualmente una parte de sus sueldos.

No decía tampoco el vecindario en su entusiasmo para contribuir á la defensa, no solo personalmente, si que tambien con multiplicados donativos. Los gremios de la Ciudad solicitaron á la Junta militar que se reedificase la torre arruinada de San Daniel, del mismo modo que se había hecho con las otras dos de San Luís y San Narciso; ofreciendo costear esta obra de cuenta de todo el vecindario. El ingeniero comandante informó á la Junta que no se consideraba precisa su rehabilitación para la mayor defensa del castillo de Montjuich, pues aquel puesto podía ser batido por los fuertes de Calvario y Condestable; considerando ademas imposible, que los enemigos despues de haberse apoderado de las otras dos torres, pudieran alojarse en ella, dado el estado de demolición en que se hallaba; que las obras de mampostería no adquiririan una solida consistencia en el corto tiempo que mediase desde su conclusión hasta presentarse los enemigos, que por las notícias que se tenían apresuraban presentarse delante de Gerona para empezar el sitio; y que lo mas que podía hacerse para fortificar aquel punto, era limpiar el foso que estaba cegado con los escombros é igualmente el emplazamiento de la torre, construyendo una batería con tierra y faginas para cuatro piezas, con su repuesto de municiones, cubierto con buenas blindas y un barracón para su guarnición. La Junta aprobó desde luego la propuesta del ingeniero comandante, pero los representantes de los gremios en la misma, insistieron en su proposicion de reedificar la torre tal como habían pedido, añadiendo que deseaban que una vez concluida la obra, se pusiera una lápida en uno de los pilares del puente levadizo, con una inscripcion que indicase que la obra se había hecho á expensas del pueblo. La Junta en vista de la insistencia de tal petición, que demostraba una vez mas los escelentes sentimientos del vecindario, accedió é inmediatamente se empezó la obra, prestándose á ella voluntariamente la tropa, sin gratificación alguna, en la limpia del foso. Colocóse en efecto la lápida indicada, notandose el empeño con que el enemigo, despues de perdida la torre, procuró destruirla y hacerla desaparecer.

Aun cuando desde el ultimo sitio el gobierno del castillo de Montjuich estuvo á cargo de varios jefes de la guarnición, el brigadier Alvarez teniendo á la vista la importancia de aquel puesto, del que dependía en gran parte la suerte de la plaza, nombró gobernador del mismo á D. Guillermo Nash teniente coronel del ejército y comandante del regimiento de Ultonia.

Mientras tanto no dejaban de tener lugar en el Empurdan algunas acciones y escaramuzas. De una de ellas recibió Alvarez el siguiente parte fechado en 21 de Abril.

"Don Lorenzo Martí capitán de la quinta compañía se apostó antes de ayer en la carretera de La Junquera con 40 hombres, los mejores de su compañía y de la primera. En la mañana de ayer pasaron por dicha carretera tres artilleros de á caballo muy bien montados, los quales hallándose estrechados por las bayonetas, no pudieron hacer otra cosa que rendirse. Dicho capitán habiendo mandado escoltarlos hacia la montaña, quedose él con unos 16 á 18 hombres para apoderarse de una partida de bueyes que venia del Portús con dirección á San Fernando; pero antes de llegar los bueyes hicieron señal las avanzadas enemigas y luego salieron de La Junquera, Pont de Campmany y del Roure, varias partidas de franceses, con ánimo de cortar á los que estaban apostados en la misma carretera: cuyos movimientos observados por nuestro capitán, lejos de intimidarle le animaron á tomar con la mayor serenidad las providencias mas oportunas; colocó su poca gente en un punto ventajoso, dejó acercar al enemigo y cuando este estuvo á distancia proporcionada empezó el fuego con tal acierto que en la misma carretera quedaron quatro enemigos muertos y muchos heridos, entre los que sabemos que 16 lo fueron gravemente. Por nuestra parte no tuvimos la menor desgracia. Dirijo á V.S. los tres prisioneros con sus caballos".

Emilio Grahit y Papéll


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.




Cuirasser 1808-1809. Làmina de Bellange. (Wikipèdia)



Oficial de Granaders 1808-1809. Làmina de Bellange. (Wikipèdia)



Granader 1808-1809. Làmina de Bellange. (Wikipèdia)



Dragons. Portaestandard del Regiment de Villaviciosa. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.


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