Día 31 de Julio de 1809.

Santoral: extracto de los partes del día anterior del gobernador de Montjuich y del comandante del rebellín: noticias de Jaen del 5 de julio, de Tarragona del 6 y de Cartagena del 7 y un aviso de que el coronel inglés Marshall, admitiría caudales en letras pagaderas á la vista en Tarragona, Valencia, Cadiz, Gibraltar y Londres por cualquier suma grande ó pequeña.

Sucesos del sitio.

Día de buenos episodios fue el 31 de julio de 1809. Vamos á reseñarlos con el posible orden.

Los enemigos trabajaron toda la noche anterior con bastante actividad en reparar los destrozos causados por nuestros fuegos y en adelantar el trabajo de la batería que estaban construyendo, haciendo al mismo tiempo un fuego muy vivo de mortero y fusil, que continuaron durante todo el día. Correspondioles el castillo, especialmente con un cañon y con obus del flanco en el frente de poniente y con el obus del tambor, consiguiendo tales ventajas con la buena puntería, que el enemigo se vió obligado á desistir y abandonar hasta la noche la continuación de dicha batería.

Por la mañana una bomba disparada desde uno de los baluartes de la plaza, lo fue con tal acierto, que cayó en el grande repuesto de pólvora que los enemigos tenian en la torre de San Luis, incendiándolo. Oyose una espantosa detonacion que hizo retemblar toda la montaña de Montjuich, una inmensa humareda se elevó hasta las nubes, viéndose volar un cañón, muchísimos proyectiles, tablones, piedras, un gran numero de cuerpos y miembros humanos, fusiles, mochilas y cuantos objetos estaban allí depositados. La pérdida del enemigo hubo de ser muy sensible por ser el punto de partida de sus operaciones y de sus ataques contra Montjuich. La torre quedó destrozada cayendo todo el muro de la gola. Alabóse muchísimo la habilidad del disparo de la bomba que tan estraordinarios efectos había causado. Unos dietarios consignan que partió de la batería de Sarracinas y otros del baluarte de Santa Cruz, indicándose además que se llamaba Jaime Grau el artillero paisano que desde este último punto hizo la puntería y el disparo. El P. Cúndaro no se atreve á resolverlo, pero si se tiene en cuenta que desde Sarracinas no se descubría la torre de San Luis y sí desde Santa Cruz parece que pudiera resolverse en pro de este ultimo punto.

A las dos de la tarde el sargento Francisco Costa, el cabo Buenaventura Vila y los soldados Pablo Rubio y Poncio Saez, los cuatro del primer tercio de voluntarios de Gerona y el soldado Francisco Morell, del segundo de Barcelona, se presentaron á los jefes de la guarnición del castillo manifestando que deseaban se les diese permiso para ir á pegar fuego á la batería que el enemigo estaba construyendo. Altamente temeraria había de reputarse semejante empresa, tanto por el valor que exijia, como por estar sumamente cerca el enemigo y ser imposible el combate de tan pocos individuos, con los defensores de dicha batería. No trataron empero los jefes de la guarnición de hacerles desistir, antes al contrario les entregaron en el acto las oportunas camisas embreadas. Salieron aquellos cinco heroes, atravesaron el castillo y rápidos como el rayo, sin perder un momento la serenidad, llegaron hasta la batería, encendieron dichas camisas y las clavaron en las faginas y demas obras, regresando felizmente después de haber burlado la vigilancia francesa.

Esta heroicidad dio lugar á otra mayor. Otros cuatro individuos llamados Pedro Euders, Francisco Dordell y José Verges, soldados del regimiento de Borbón, y José Boell voluntario del primer tercio de Gerona, estaban contemplando entusiasmados semejante hazaña, y viendo que el viento era contrario y no era posible por tal motivo la propagacion del incendio, apesar de que el enemigo estaba ya prevenido, corrieron á buscar nuevas camisas embreadas, y con una bizarria que no se concibe, salieron y fueron á incendiar nuevamente aquellas faginas, con tan feliz acierto que las llamas duraron toda la tarde apesar de los vivos esfuerzos que el enemigo estuvo haciendo para apagarlas.

Ninguno de los nueve valientes sufrió el menor daño, apesar de que los últimos tuvieron que sufrir constantemente, hasta su regreso, un vivo fuego del enemigo. Este, mortificado en su altanería, puso en juego todas sus baterías, contestando de igual manera las nuestras durante el resto del día.

El general Alvarez al tener noticia de la arriesgada acción de incendiar la última batería de los enemigos, mandó por medio de su ayudante D. Felipe de Boixons, diez pesetas á cada individuo y concedió otros premios.

Como las balas, bombas y granadas del enemigo, que no entraban en el castillo, iban á parar al camino carretero que lo unía con la ciudad, causando diariamente algunas desgracias, se empezó á abrir otro á la izquierda del propio camino y á cubierto de tales proyectiles y de los fuegos de la batería del Puig den Roca, la cual apenas divisaba algún carro ó tropa, dirijía allí sus tiros.

Parte de D. José Cedillo, comandante del rebellín.

“El enemigo ha continuado toda la noche su trabajo de atrincheramiento á la parte derecha del rebellín frente de la brecha”.

Parte del gobernador de Montjuich trasladando el anterior y añadiendo:

“Al frente de la batería que mira el camino Real, según se dijo en el parte de ayer, tiene cuatro troneras señaladas. El enemigo ha continuado toda la noche su trabajo frente de la brecha y continua siempre haciendo fuego con el aumento de polladas”.

Parte del Gobernador del castillo de Montjuich.

“Una bomba tirada de Sarracinas ha pegado fuego al repuesto enemigo en la torre de San Luis, la que po la esplosion que conmovió á todo este castillo, ha quedado en gran parte arrasada; y de los dos cañones que habia en la batería solo ha quedado uno, habiéndose visto volar tablones, fusiles, etc. La pérdida de hombres debe ser considerable”.

Otro. "Los nueve individuos cuyos nombres y cuerpos á que pertenecen incluyo, se ofrecieron voluntariamente á pegar fuego á la nueva batería que habia construido el enemigo para flanquear el camino Real y puente del rebellín: lo que consiguieron felizmente en dos veces sucesivas, con camisas embradas, y aun sigue ardiendo, no obstante los esfuerzos del enemigo para apagarlo.

“Lista de los que pegaron fuego la vez primera.

Cuerpos

Nombres

Primer tercio de Gerona

Sargento segundo
Cabo primero
Soldado
Idem

Francisco Costa
Ventura Vila
Pablo Rubio
Poncio Saez

Segundo de Barcelona
Segunda vez

Soldado

Francisco Morell

Regimiento de Borbón

Soldado
Idem
Idem

Pedro Euders
Francisco Dordell
José Verges

Primer tercio de Gerona

Soldado

José Boell

Oficio del General Alvarez.

“Plenamente satisfecho de la bizarra accion de los nueve individuos comprendidos en la lista que V. acompaña, según me significa en su oficio que acabo de recibir, he venido en agraciarles ascendiendo á sargento primero de su cuerpo al segundo del primer tercio de Gerona, Francisco Costa: á sargento segundo del mismo al cabo primero Ventura Vila y á cabos segundos de sus respectivos cuerpos á los siete soldados restantes: á no ser que alguno de ellos no sepa escribir, en cuyo caso en lugar de esta gracia tendrá la de un escudo de ventaja. A mas un escudo de valor á cada uno de los nueve, á cuyo fin remito á V. el mismo numero para su distribución. Y todo sin perjuicio de las gratificaciones pecuniarias que distribuiré á tan valerosos defensores de la patria, según lo que se recoja de varios sugetos, que sin duda se prestarán á una remuneracion de esta clase. Lo que haá V. entender luego á los interesados para su satisfaccion y estímulo de los demas”.

Oficio de la Junta de Gerona al General Blake.

“Excmo. Sr.—Son ya imponderables los extremados apuros de esta Plaza. Su guarnicion, escasísima ya desde principio, de muchos días á esta parte ha sufrido considerables baxas, tanto por los muerots y heridos que resultan diariamente en el castillo de Monjuich, como por el considerabilísimo numero de enfermos, de suerte, que para proporcionar á dicho Castillo la gente que necesita en su crítico estado, es peciso disminuirla de los demas fuertes y aun de los baluartes de la Plaza.

“A este thenor, si Monjuich llega á sostenerse algunos días, se absovará todo el escaso resto de la guarnición, quedando la Plaza y demas puntos sin ella, que tandran que cubrirse con el solo paisanage. La resistencia que hasta aquí se ha hecho es maravillosa y sobre lo que permitian las fuerzas, pero va á parar muy luego en un extremo que no podrá sobrellevarse, pues los enemigos, allanado como tienen el glacis, baten tan de cerca el rebellín del exspresado Castillo, que es temible quede hoy mismo arruinado: disponiendo al mismo tiempo otra batería para impedir la comunicación entre rebellín y Castillo.

“Un refuerzo de tres mil hombres ó mas, habría podido antes aliviar un tanto los apuros y proporcionar salidas para desbaratar las obras del enemigo, pero hasta aquí solo ha entrado el de unos ciento veinte hombres, á poca diferencia, insuficientes de mucho para llenar el objeto.

“Los víveres faltan unos y escasean otros, los males tocan á lo sumo: el consultor de medicina de esta Plaza en oficio de 27 del que rige, reconoce temible una epidemia: y el pueblo se manifiesta afligido por que á muchos les faltan medios para subsistir: no se ven realizadas en tanto tiempo las consolantes esperanzas con que esta Junta le habia siempre fomentado, y por el conjunto de estas circunstancias, se convencerá V. E. de que á no acudir, sin perder instante, con el Exército de su mando al socorro de esta importante Plaza, está expuesta á una desgracia.

“Al paso que esta Junta no omitirá medio para sostener el valor de estos vecinos, debe manifestar francamente á V. E. que si no es pronto el remedio, teme podran ser fatales las resultas, en las quales no podrá imputársela la menor responsabilidad.

“Dios guarde á V. E. muchos años. Gerona 31 Julio de 1809.—Excelentísimo Sr. D. Joaquin Blake”.

Termina aquí la reseña de los sucesos correspondientes al mes de julio, debiendo consignar que durante el mismo las fiebres endémicas, de que solia ser infectada la ciudad de Gerona, empezaron á presentarse, con carácter de intermitentes biliosas, aumentándose mucho con ellas los enfermos en los hospitales.

Nieto Samaniego hace la siguiente reseña del estado de la salud pública en Gerona durante el mes de julio.

“La Ciudad sufría al mismo tiempo los estragos de las bombas aunque en menos numero por que varios morteros y obuses de las baterías de casa Roca se dirigian contra Monjuich, cuyo ámbito no ofrecía á su guarnicion tanto espacio como exigian las circunstancias, ni algun lugar libre de los estragos de la municion hueca; estas duras circunstancias y el pernicioso desprecio de los peligros que se advirtió en nuestros imperterritos guerreros ocasionó muchísimas desgracias.

“Entre estas y en la historia de la salud deben tener lugar las sucedidas á 14 individuos que desde el día 26 de junio hasta el 1.º de Agosto inmediato, sufrieron la amputacion de alguna de sus extremidades, por haber padecido absoluta mutilacion ó gran dislaceracion y conminución de algun miembro, por los cascos de bomba, granada ó bala rasa, y una trepanacion.

“Estos extremos remedios que dictaba la extrema enfermedad, se determinaron siempre en consulta ó pluralidad de votos, ó á consentimiento comun de todos los profesores.

“Asi lo tenia dispuesto desde el principio, y continuaré esta máxima donde quiera que exerza mi escasa autoridad facultativa: esto es, que siempre que el caso lo permita no se practique ninguna grave operación sin que se decida en consulta: aunque en Gerona, para reunirse los facultativos á la cabecera del paciente siempre es necesario arrostrar algunos peligros que no todos llegan á conocer, y que yo debo ponderar.

“Y ya que tuve la satisfaccion de prodigar á estos beneméritos que ofrecieron sus miembros á la Patria, los auxilios facultativos que exija mi obligacion y el consuelo que me dictaba mi sensibilidad, aprovecharé tambien mi coyuntura de contribuir á su satisfacción trasmitiendo sus nombres á la posteridad.

“Ayudante Mayor del Regimiento de Ultonia, el Capitan D. Manuel Motes, uno de los mas bravos oficiales de la guarnicion, fue amputado de la pierna izquierda, y curado felizmente.

“El granadero del mismo cuerpo Nicolas Turine, sufrió la amputacion de la pierna derecha: estaba fuera de peligro.

“Manuel Sarriá soldado del Regimiento de Artillería de Barcelona, se le amputó la pierna izquierda, y salió libre de los días y sintomas peligrosos.

“Luis Cabezas del Regimiento de Infantería de Borbón (soldado) fue amputado de(la pierna izquierda, y falleció el octavo día.

“Tambor de la Compañía de Artillería de Gerona Luciano Ansió, sufrió la amputación del muslo izquierdo, única que se hizo á un tiempo, y el solo que se salvó de los ampustados de muslo.

“Domingo Embri soldado del Regimiento de Borbon; sufrió la amputación del muslo derecho, y falleció trismodico el día 13.

“Lorenzo Oliver soldado de Borbon, sufrió la amputación del muslo izquierdo y falleció el día once.

“Josef Martin de la primera compañía de la Cruzada Gerundense, fue amputado del muslo izquierdo, y falleció estuporoso el mismo día.

“Josef Palomo del Regimiento de Borbón, padeció la amputación del muslo derecho, y falleció tetánico el dia ocho.

“Francisco Font del Regimiento segundo de Barcelona (soldado) fue amputado del brazo izquierdo, y falleció esfucelado el día seis.

“Raymundo Sabay sargento del Regimiento de Borbón, sufrió la amputación del brazo derecho, y se curó felizmente.

“Miguel Vila, soldado del mismo cuerpo, sufrió la amputación del brazo izquierdo, y falleció el día nueve.

“Lorenzo Agustí soldado del segundo tercio de Gerona, se le amputó el antebrazo derecho, y se curó felizmente.

“Bernardo Gordo, soldado de la segunda compañía de Zapadores, fue amputado del antebrazo derecho y curado felizmente.

“El resultado de estas operaciones es haber fallecido siete de los catorce, luego puede gloriarse la noble facultad de haber salvado aun en la mas terrible situacion, la mitad de las victimas que por la atrocidad de sus heridas estaban según las reglas del arte destinadas al sepulcro.

“El trepanado fue un oficial del primer Tercio de Gerona, y no obstante de habérsele extraído tres grandes esquirlas que formaban parte de la sustancia vytrea y diploydea, falleció apoplético el día quatro.

“Los profesores del arte de curar echaran de menos la historia metódica de las observaciones que abrazasen la indicacion de las operaciones, método curativo y resultado de tan graves males que debiera tener lugar en este memorial, pero como el uso de las ciencias exije precisamente tranquilidad de ánimo, serenidad, reposo y tiempo, y estas circunstancias distaban mucho de nuestra situacion del todo incompatible con la quietud y sosiego; confieso ingenuamente que no he tenido la serenidad necesaria ni aun el tiempo, pues siempre era escaso á mis graves ocupaciones...

“Las fiebres endémicas de que suele ser infectada esta Ciudad, empezaron á comparecer en este mes, de que se siguió un considerable aumento de enfermos en los hospitales de Medicina, y la complicacion de las heridas con estas calenturas, que en lo comun eran intermitentes biliosas: la infima plebe y los expatriados que se habian refugiado á Gerona, eran con mas frecuencia atacados de esta calentura.

“Continuaban en la ciudad las desgracias personales, los incendios y ruinas causadas por las bombas, que aunque en menor numero, no por eso dejaban de aumentar día y noche nuestra aflixion.

“Los hospitales á cargo de la Cirujía-Médica se hallaban á fin de este mes en el estado siguiente:

Entrados

Salidos

Muertos

Existentes

499

294

81

393

Clases de enfermedades que padecen

“Heridos, quemados y fracturados

377

“Males varios

14

“Galicados

2

“Al tenor de las duras circunstancias en que los progresos del sitio iban poniendo la ciudad se multiplicaban las calamidades y desgracias, y por consiguiente se aumentaba el trabajo y cuydados de los facultativos encargados de la salud”.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.



Infanteria de línia. Granader amb capot. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Infanteria de línia. Granader del Regiment de la Princesa. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Infanteria de línia. Fuseller del Regiment d'Astúries amb uniforme de guàrdia interior. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Infanteria de línia. Sergent de Granaders del Regiment de Guadalajara. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, 1982.



El mariscal francès Laurent, marquès de Gouvion-Saint-Cyr (1764-1830). (Wikipèdia).



El general francès Domenico Pino (1760-1826). (Wikipèdia).



Capità de caçadors de cavalleria en uniforme de gala. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment de la Princesa. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.


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