Fotografia de Txús Sartorio

Portada del catàleg de la mostra antològica
Roca D. Costa. Geografies i escenaris
Edició: Ajuntament de Girona, 292 pàgs., 2002.

Article publicat a "La Vanguardia. Vivir en Girona", 5 desembre 2002.

Santiago Roca D. Costa
Pintor; expone su antológica en el Museu d'Història de la Ciutat.

¿Ha tenido que poner todos sus cuadros uno al lado de otro para ver la evolución de casi cuarenta años de pintura?
-Pues no le engaño si le digo que hasta ahora no sabía que en todos ellos hay un hilo conductor: la calle Figuerola.
-¿Perdón?
-Sí. La calle donde viví de pequeño. Me he dado cuenta de que todo desemboca allí y, claro, pintar esa calle es mi gran proyecto.
Habla como si tuviera cinco años.
-Es que son muchos los recuerdos que tengo de ese trocito de ciudad y, aunque creía que todo lo que he pintado no tenía nada que ver, en realidad es lo que buscaba.
En su obra se nota un afán de construir.
-Porque mi intención es clásica.
Usted no lo parece.
-No lo soy. Mi temperamento es volcánico y suicida, y supongo que este estilo me ayuda a equilibrarme. Me compensa, vaya.
¿Irónico?
-Mi pintura, sí. Debe de ser un elemento vital para no caer en el ridículo.
¿Cuántos años hacía que no veía sus primeras obras? -Muchos, estaban en manos de coleccionistas privados. Otras las tenía guardadas en el desván y muchas otras las quemé.
¡Pecado! -Qué va, es higiénico y es algo que hay que hacer. No se puede guardar todo.
¿Cuándo empezó a pintar? -Cuando me sentí una afortunada mezcla de los cuatro Beatles y Picasso. Estaba profundamente convencido de ello.
¿Se equivocaba mucho? -Hombre, con los años entiendes el éxito de otra forma...
Tuvo cierta relación con los Beatles. -Y guardo fotos originales y objetos suyos... Mi padre me decia que eso era tirar el dinero y ahora Jordi tardà me los pide.
¿Qué le sugería su padre? -Que los invirtiera en valores. Lo hice con el dinero ganado en un premio de un concurso de pintura... ¡y hoy no valen nada!
Pero algo aprendió de su padre, ¿no? -Él me hizo ver que este oficio no es folklórico: ni pipas, ni boinas, ni barbas... Esto de que cuánto más muerto de hambre estás mejor pintas es mentira.
Mejor con el estómago lleno. -Claro, mucha gente que ha sufrido la bohemia no quiere ni hablar de ello. Es que pelarse de frío no hace ninguna gracia.
Quizás el frío sea amigo de la inspiración. -A lo mejor, pero de la inspiración no se vive. Como decía aquél, si la inspiración llega algún día... ¡que te pille trabajando!
Ha estado más de treinta veces en Londres para pintar. ¿Anglófilo? No, pero me gusta porque el clima matiza mucho los colores. ¿Sabe qué es lo curioso?, que estoy más en Londres cuando vuelvo aquí.
Explíquese... -Allí recojo material, esbozos, ideas... y cuando estoy de vuelta conecto con lo que vi aquél día y me pongo a trabajar. Algún cuadro se ha pasado cinco años dentro de una carpeta antes de salir.

Francesc Solà.

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