El enemigo estuvo acarreando grandes acopios de maderas y faginas. Sacó estos materiales de Sarriá y cargándolos en carruages que pasaban el rio Ter, los condujo á Santa Eugenia, donde continuando su trabajo empezado el día anterior, emprendió la formación de grandes espaldones por la parte que mira á la plaza, con objeto de evitar cualquier sorpresa de nuestras guerrillas y avanzadas. Los baluartes del llano, hicieron fuego contra esta obra, y tan acertado, que casi todos los tiros cayeron dentro del pueblo, causándoles mucho daño. En la altura intermedia entre Campdurá y la torre de San Narciso, continuaron los sitiadores el trabajo empezado el día antes. Se observó que tenían dos batallones guarneciendo las alturas de dicho pueblo de Campdurá y otros dos en la de San Miguel.
Para ver si podrian remediarse algo los daños que ocasionaban la falta de curso de las aguas de la acequia Monar, se represaron las del pequeño rio Guell, con un dique de tierras y faginas, cerca del punto en que el propio rio cruzaba con la referida acequia. De este modo se logró que por el cauce de ésta discurriera alguna cantidad de agua, pero resultó insuficiente para dar movimiento al molino harinero.
"El regimiento de Berg á las órdenes de su coronel Muff, partiendo de San Miguel se encaminó hacia el santuario de los Angeles para ocuparlo. Los somatenes sitiados en aquellas alturas eran en número de unos doscientos, cuya mayor parte estaban estendidos en guerrillas. Estas fueron fogueándose con el enemigo durante su marcha, retirándose después hacia las aldeas inmediatas. Los que quedaron dentro del santuario á las órdenes del oficial de Ultonia D. Manuel Llauder, militar de mucha resolución, que con el tiempo llegó a general, se defendieron valerosamente del vigoroso ataque de los de Berg, por espacio de cinco horas, al cabo de las cuales se dió el asalto. Terrible fue la lucha que entonces se entabló, cuerpo á cuerpo y sólo con arma blanca, pereciendo la mayor parte de los defensores y de las compañías asaltantes. El espresado oficial con el resto de su fuerza, cuando vió que era impotente para resistir por mas tiempo, á causa de la superioridad del enemigo, se abrió paso á viva fuerza y logró ponerse á salvo. El santuario y sus alrededores quedaron cubiertos de cadáveres. El enemigo no dió cuartel á los heridos, ni á los que se rindieron.
Ocupado este interesante punto por los enemigos, la brigada Guillot se situó al frente del fuerte de Capuchinos, la division Wesfaliana guarneció la línea entre San Pons de Fontajau y la Costa Roja, la brigada Joubas ocupó á Puente Mayor, los de Berg reforzados con el 2º regimiento y los de Wirtzburgo en las alturas frente las torres de San Luis y San Narciso y los italianos reforzados con la division del general Pino y otra napolitana se colocaron en la llanura de Salt. El cuartel general se trasladó á San Medir.
Quedó así cerrado el cerro y cortada enteramente la comunicación de la plaza con los pueblos del corregimiento y con el ejército de operaciones.
Regresó á la Plaza el teniente coronel D. Rodulfo Marshal de vuelta de su misión de saludar al almirante inglés de parte del general Alvarez llevando la siguiente constestación.
"Ciudad de Paris frente de Tolón, 24 de mayo de 1809.
"Excmo. Sr.
"Agradezco infinito la enhorabuena que V.E. se ha servido darme por su carta de 18 del corriente, sobre las ventajas que consiguieron las armas de S.M. Británica en las Indias Occidentales; interesa mucho en el día disminuir cuanto sea posible el poder excesivo de la Francia.
"Es preciso que en la actualidad que los austriacos hayan empezado las hostilidades con enerjia y acierto, haciendo los mayores esfuerzos en todos los puntos; y como las fuerzas enemigas en Cataluña se han disminuido, no dudo que el entusiasmo de los españoles sabrá aprovecharse de esta circunstancia.
"Por noticias de Trieste se sabe que el Archiduque Juan consiguió una victoria completa sobre los franceses en el territorio de Venecia el día 16 del último: el ejército enemigo constaba de 45.000 hombres: intentaron retirarse á Verona pero fueron cortados, no quedándoles otro paso sinó el de Poste Busjale hacia Venecia, pero como el Archiduque pasó el Piave el día siguiente, ocupará los puntos por donde el enemigo ha de pasar para llegar á las lagunas: los enemigos perdieron mucha gente y como su ejército se componia de italianos dispuestos á desertar, se supone que este ejército estará ya casi destruido: esta noticia vino de Trieste y parece que no hay que dudar de su autenticidad. A V.E. le doy el parabien de un suceso que favorece la justa causa de España y deseando á V.E. toda felicidad y perfecta salud, quedo de V.E. sy mas afecto servidor.-- Collingwood.-- M. Excmo. Sr. D. Mariano Alvarez, Comandante General del ejército español en Gerona".
Emilio Grahit y Papéll
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