Día 10 de Agosto de 1809.

Santoral: suelto relativo al sitio y noticias de la guerrilla del teniente Camps: noticias de Londres del 1.º de mayo y de Gibraltar del 27: conclusión del artículo sobre la manera de hacer la guerra á la antigua española: y dos avisos de carácter particular.

Suelto relativo al sitio: “Tan escarmentados ha dexado á los enemigos el rebellín del castillo de Monjuich, y con tanto horror le miran que en 6 días que ha lo dexaron los nuestros, no se han atrevido ni aun á pisarlo; solo si en la cima de la brecha del mismo han trabajado una batería de 6 cañones, y al mismo tiempo intentaron minarlo para hacer saltar la contraguardia del baluarte de la brecha antigua: efectivamente ayer tarde le pegaron fuego, cuya explosion hizo que nuestra brillante guarnición se presentase sin mas orden puesta sobre las armas; pero se observó el poco efecto que habia causado la voladura, pues solo ha resultado desmoronado un ángulo de dicha contraguardia. Inmediatamente descubrió el enemigo la referida batería, y empezó con el furor y continuacion que acostumbra á batir dicho baluarte, habiendo elevado á mas de los 6 cañones de la misma, dos de los que batían el rebellín, con los que baten la otra brecha, de que resulta un vivísimo y ruidoso fuego”.

Sucesos del sitio.

El fuego de la batería de seis cañones contra la brecha antigua, y los demás fueron vivísimos y continuados durante la noche. Al ruido de los mismos y de la fusilería trabajó el enemigo cerca del ángulo flanqueado del camino cubierto sobre el rebellín perdido, apesar de que el castillo le dirijió todos los fuegos verticales y algunas carcasas.

Al amanecer se descubrió que había construido sobre el mismo glacis una batería, en la que había colocado dos cañones, con los cuales empezó á batir el resto del muro de la brecha en el baluarte de la izquierda, que no había podido demoler con su grande batería de 22 cañones llamada Imperial.

Dicha batería, la antes indicada de seis cañones, los morteros, y en una palabra todas las bocas de fuego asestadas contra Montjuich lo rompieron con la mayor actividad, produciendo un estruendo comparable tan solo con el que hizo la espresada batería Imperial en los días 3 y 4 de julio. Sus estragos sobre las ruinas del castillo fueron tan grandes que resultó enteramente destruido el parapeto de la cortadura de la brecha nueva, de suerte que nadie podia parar en ella. Quedaron tambien totalmente arruinadas la cortina y la cara izquierda del baluarte de la brecha antigua. Los escombros con esto producidos, junto con los que de resultas de la voladura de la contraguardia había caido dentro del mismo, haciéndose fácil el acceso á las brechas y poniendo por tanto en el mayor apuro á la guarnición del castillo, máxime por haber el enemigo conseguido, desmontar el cañón del flanco que flanqueaba la brecha, é inutilizar su esplanada.

Las baterías de la torre de San Daniel continuaron su fuego batiendo el Calvario, y las del Puig den Roca contra la plaza. Las nuestras correspondieron con la misma viveza. La poca artillería del baluarte de Montjuich mas inmediato á la torre de San Daniel, tiró con viveza á las espresadas baterías que atacaban el fuerte Calvario.

En el otro baluarte atacado de la derecha del castillo se construyó una banqueta en su gola y al pié del muro del terraplén, para parapetar la tropa y colocar los centinelas. Al mismo objeto desde la rampa se colocó una hilera de pipas, hasta el revestimiento del parapeto de la cara de la derecha, que se llenaron luego con los escombros y con la poca tierra que se pudo recojer. De esta manera quedó formado un retrincheramiento para el fusil, no habiendo sido posible continuar la cortadura que se había empezado en la gola por su poca capacidad. En el mismo castillo se reparó el rastrillo del camino cubierto cerca de la puerta principal, que una granada había destrozado.

En el fuerte de Condestable se terminó la reparación del puente levadizo. En el del Calvario se construyó más atrás del muro batido, un espaldón con una tronera y su esplanada en la que se colocó un cañón de á 16 para la defensa de la brecha é incomodar las baterías de la torre de San Daniel. En el mismo fuerte se cubrió el mortero con un espaldón, é igualmente la puerta de la poterna que salia al campo.

En la plaza de San Pedro se concluyó de reparar el parapeto del camino de ronda, sobre el muro de la gola del baluarte.

Los progresos de las baterías contra Montjuich en vez de abatir á su guarnición, dieron motivo para que se realizara un nuevo acto de valor. El teniente Coronel de artillería D. Pablo Miranda, los subtenientes de Ultonia D. Blas Castellvi y D. Pedro Angulo, el teniente de Borbón Don José Tur, los subtenientes del mismo cuerpo D. Manuel Clercy y D. Francisco Jacobi, el teniente del segundo de Barcelona, D. José Camps, el teniente graduado de capitán del primero de Gerona D. Marcos Antonio de Iglesias, el subteniente del mismo cuerpo D. Matías Ferrán y el teniente del primer tercio de Vich D. Gaspar Graell, que estaban en la plaza se ofrecieron voluntarios á subir al castillo de Montjuich y hacer una salida desde el mismo con objeto de clavar la artillería de las baterías enemigas.

Aceptada la idea por el General Alvarez dispuso que dicha salida se hiciese en combinación con otra que ejecutasen los fuertes de la montaña. Escojieronse 300 hombres de las guarniciones de la plaza y del castillo que voluntariamente se ofrecieron y se dio el mando á D. Blas de Fournás, segundo comandante del castillo. Dicha gente, con los útiles necesarios y los oficiales antes nombrados y demás que convinieron, se apostó en el camino cubierto del frente del medio día. Encargose á D. Pablo Miranda y al capitán de su cuerpo D. José Medrano el reconocimiento de los trabajos de la trinchera y el muro de la cara del baluarte de la derecha.

Distribuyó el teniente coronel Fournás su tropa en tres pequeñas divisiones. La primera la destinó para el ataque de la batería de morteros colocada á la entrada derecha de las baterías enemigas. Dió orden á la segunda de echarse sobre las tropas de las baterías de la misma paralela al rebellín. Señaló la tercera como cuerpo de reserva, con la consigna de que si se presentase coyuntura favorable se aprovechase de ella adelantándose hasta la otra paralela y sus correspondientes baterías.

La idea de combinar esta salida con otra de los fuertes de la montaña, era debida á la necesidad de distraer á los enemigos que ocupaban en bastante número el monasterio de San Daniel, el pueblo del mismo nombre y las alturas del Puigventós, afin de que no acudiesen á reforzar las baterías contra Montjuich. En su virtud se dispuso que esta salida auxiliar la ejecutasen una guerrilla del fuerte de Condestable y otra del de Capuchinos. Comisionó el general Alvarez para esto á su ayudante de campo el teniente coronel D. Narciso Rich, quien pasó á avistarse con los comandantes de los dos referidos fuertes. Salieron de Capuchinos 50 hombres al mando de D. Mateo Martí subteniente del primer tercio de voluntarios de Gerona quienes ocuparon la loma derecha del fuerte Calvario. Otros treinta hombres se destacaron del Condestable á las órdenes de D. José Casas teniente del mismo cuerpo los cuales se apostaron á la izquierda para batir desde ambos puntos á los enemigos de San Daniel.

Poco antes de la una de la tarde se dio la señal de ataque que fue inmediatamente ejecutado. Apresurando el paso nuestros bravos, arremetieron á los sitiadores en sus mismos apostaderos, trincheras y baterías de brecha de la parte del norte. En pocos momentos se apoderaron de toda la tercera paralela pasando á cuchillo á cuantos enemigos trataron de resistir, escepción hecha de unos cuantos que quedaron prisioneros y lograron salvar los oficiales del furor de la tropa. Huyeron los sitiadores de aquel punto á pesar de ser en número de 500 á 600, reuniéndose á los que estaban cerca de la torre de San Luis y apesar de ser en junto más de 2.000 hombres no se atrevieron á atacar, y esperando el refuerzo, se entretuvieron en hacer de lejos fuego de fusil á los nuestros, que con el mayor arrojo clavaron tres morteros, un obus y tres cañones, cuya operación practicaron D. Pablo Miranda, el teniente de su cuerpo de artillería D. Manuel Ontañón y algunos artilleros. Al mismo tiempo D. José Medrano con otra partida de la misma tropa pegó fuego á los gaviones y faginas de los retrincheramientos enemigos, con las camisas embreadas y estopines incendiarios que tenian prevenidas.

Al darse la referida señal de ataque, otra guerrilla nuestra recibió orden de echarse sobre las ruinas de la torre de San Juan, y lo verificó con tal resolución que los enemigos que las ocupaban no tuvieron tiempo de retirarse, de modo que todos quedaron muertos ó prisioneros. Esta guerrilla estuvo haciendo fuego á los refuerzos que de Pedret subían á la torre de San Luis y sólo se retiró cuando lo verificaron los demás.

También á la misma señal de ataque, lo emprendieron las partidas salidas de los fuertes de Condestable y Capuchinos rompiendo su fuego sobre San Daniel. Muchos de los que ocupaban este pueblo salieron del mismo, molestados por los que ocupaban la izquierda, pero se encontraron con los de la derecha, y sufrieron muchas bajas. Lograron estas dos guerrillas del todo su objeto, pues mientras duró la salida de Montjuich, tuvieron entretenidos á los 400 hombres ó mas que estaban en aquellos apostaderos.

Durante la operación de clavar las piezas enemigas y de incendiar los gaviones y faginas, fueron llegando los refuerzos al enemigo que entonces se adelantó hacia los nuestros. Por esta causa no fue posible clavar los dos cañones de la batería cercana, ni los morteros colocados en la batería de la prolongación de la capital de la batería de la derecha, pero el ayudante Medrano pudo reconocer los trabajos del sitiador y los progresos que sus multiplicados fuegos habian hecho sobre el castillo. Observó dicho oficial que no se hallaba todavia practicable para la artillería la subida al rebellín perdido, pero que lo era sumamente para el asalto la rampa del baluarte de la derecha.

Mientras tanto el enemigo iba avanzando, acompañado de un nutrido fuego de metralla desde la batería imperial y de bombas desde la de Roca, por lo que se mandó tocar retirada, verificándose esta con el mayor orden, cargada la tropa de armas, mochilas, gorros y demás trofeos cojidos en la misma trinchera enemiga.

Durante estos combates la guarnición de Montjuich estuvo formada sobre el frente atacado y procuró proteger la salida y la retirada con sus fuegos, á pesar de los de bala rasa, metralla, granadas y bombas que desde todas sus otras baterías no cesó de dirijirle el enemigo.

Al bajar á la plaza las tropas que de la misma había subido voluntariamente para realizar la salida, oyeron el fuego que aún se sostenía por la parte de San Daniel, y sin tener orden, ni esperar aviso, llevadas de su natural bizarría, fueron á atacar á un enemigo muy superior en número y muy fuerte por la ventajosa posición que ocupaba encerrado en el monasterio. Lo embistieron con un brío digno de los mayores elogios, de modo que desamparando las casas y apostaderos que ocupaba se encerró dentro del monasterio con tanta precipitación, que dejó abandonados el tambor y las armas de la guardia que defendía la puerta, siendo estos despojos militares recogidos por los nuestros. El enemigo se subió al campanario y á las rejas, desde donde con la mucha fuerza de que disponía, hizo un nutridísimo fuego de fusilería hasta el punto de causar á los nuestros unas 50 bajas. No por esto desistían las guerrillas de su ataque y fue necesario mandarles orden terminante de retirarse.

La pérdida sufrida con estas acciones y con la salida de Montjuich ascendió por nuestra parte á unos cien hombres. La pérdida del enemigo hubo de ser mucho mayor porque á más de los 80 hombres que quedaron muertos á bayonetazos en las trincheras y baterías, hubieron de perder muchos más por el fuego de fusilería que se les hizo desde las ruinas de la torre de San Juan y desde Montjuich, como también por el de bombas y granadas que se les dirijió desde los baluartes de la plaza, hasta el punto de que este fuego de artillería se calificó de uno de los más acertados que hubo durante el sitio. Distinguióse notablemente el baluarte de Santa Cruz pues todos sus tiros cayeron en medio de las tropas enemigas, dirijidos por el mismo comandante de artillería D. Isidro de la Mata.

Descolló en este día el ardor de las mugeres gerundenses. Despreciando las balas de cañón y de fusil, las bombas y granadas, y los demás fuegos y proyectiles, subieron animosas por la montaña de Montjuich para ausiliar á los heridos. Entraron con varonil aliento dentro del castillo convertido ya en un montón de ruinas, suministrando agua y aguardiente á sus defensores y conduciendo en brazos ó en parihuelas á dichos heridos hasta el hospital habilitado en el Hospicio, ó sea más de media hora lejos. Llevaron á cabo estos actos de valor y caridad no sólo las mujeres de la compañía de Santa Bárbara, sí que también muchas que no pertenecían á la misma. Una de las escuadras con varias mugeres que voluntariamente se prestaron, recorrió durante el combate los baluartes y murallas de la plaza haciendo el servicio á que estaban destinadas.

El enemigo se sintió muy mortificado al ver que el agonizante Montjuich hubiese tenido brios para echarle de las baterías y trincheras y para clavar su artillería. Quiso hacer un tardío alarde y fue el de disparar á poco rato con las mismas piezas clavadas, lo que no le fue difícil porque todas ellas estaban desfogonadas y podían sin grande esfuerzo desclavarse. A las dos horas logró romper con ellas el fuego.

Reseña que de la salida de este día hace Nieto Samaniego.

"Juntos los bravos que se destinan para una accion tan arriesgada como digna de su valor; prevenidos unos con clavos y martillos, otros con hachas y otros con combustibles; y todos armados no solo materialmente sinó de aquel gallardo atrevimiento que es hijo del patriotismo y de la virtud militar; lánzanse en pleno día y en buen orden y con la velocidad del rayo sobre los parapetos y baterías enemigas; suena algun cañonazo y fusilería del enemigo que en vano se opone al irresistible ímpetu de los de Monjuich, franquean los parapetos al mismo tiempo que trepan á las baterías; y mientras unos ofrecen su vida y sangre á la Patria resistiendo los poderosos esfuerzos del enemigo que de otros puntos inmediatos vuela al socorro de los suyos; otros clavan algunas bocas de fuego, rompen los rayos de las cureñas, tientan quemarlas, y verificado en gran parte el atrevido proyecto; se retiran dejando al sorprendido enemigo entregado á la admiración, al corage y á la desesperación!

"Uno de los primeros que treparon á las baterías fue el honrado y bravo asistente del Padre Capellan del primer tercio de Gerona; tuvo la desgracia de recibir un balazo que le pasó un muslo causándole una fractura conminuta del femur inmediata á su cuello, de que murió meses despues en la indigencia comun; cayó en brazos de un Capitan enemigo; quieren asesinarle sus soldados y el le defiende, no sin propio peligro en el calor de la accion, llegan muchos de los nuestros y matan al Capitan en el mismo acto en que descuida su persona por estar empeñado en salvar á uno de sus enemigos y hermano nuestro! Visto es que el ardor de ánimo no dio lugar á la reflexion en este lance; pero no se puede impunemente considerar sacrificando á un hombre sensible y generoso, en el acto mismo en que exerce una obra de clemencia! Hay casos en que debe sentirse la desgracia del enemigo aun en la accion de guerra.

"Tan heroica y peligrosa operación apenas nos hubiera costado dos tercios de los heridos que tuvimos, si un sargento á quien siguieron bastantes soldados llenos de un ardor mal dirijido no hubieran resulto de motu propio atacar al enemigo que poseia el pueblecillo de San Daniel (parage indefenso que habian tomado por sorpresa), donde luego que se acercaron fueron deshechos con un sin número de balas disparadas desde las casas y parapetos. Perdonósele al sargento este exceso á lo que entiendo en consideracion á su arrojo y buenos deseos. El número de heridos que resultaron de esta salida se ve en la relación siguiente.

Por bala de fusil
23
De cañón
5
Por casco de bomba ó granada
7
Contusos y fracturados
6
Quemados
7
TOTAL
48

"El beneficio de esta salida se reduxo á solo retardar algunas horas los progresos del enemigo, por que se solicitaba poco tiempo para mudar las piezas clavadas y substituir una ú otra cureña inutilizada, por tener el enemigo á pocos pasos cañones y demas efectos de artillería sobrantes sin hacer mención del Parque, en solo la grande batería con la que había ya demolido el castillo y de consiguiente continuó el fuego contra el revellin y su puerta".

Parte del Gobernador de Montjuich, expedido por la mañana.

"El enemigo está continuando su obra en el rebellín; en la misma noche han disparado algunos cañonazos contra los dos baluartes y desde el amanecer no han cesado, de modo que no existe parapeto en la cortadura de la brecha nueva, siendo imposible vivir en ella; la brecha antigua y la cortina se hallan enteramente desmoronadas, siendo ambas brechas practicables, particularmente la antigua".

Parte del segundo Gobernador del castillo D. Blas de Fournás en la misma tarde.

"Habiéndome encargado la direccion de la salida que desde este castillo debia obrar conla tropa que había subido de la ciudad, cuyo total con la nuestra era de 300 hombres escasos, dispuse que se formasen en tres divisiones: la primera para atacar la batería de los morteros, colocada á la entrada derecha de la trinchera enemiga; la segunda destinada á echarse sobre las baterías de la misma paralela en el rebellín; y la tercera para servir de cuerpo de reserva y si se viese la posibilidad proseguir nuestros sucesos y adelantar hasta la otra paralela y baterías establecidas en ella.

"El primer objeto se llenó completamente. A la una de la tarde entró nuestra tropa con el mayor arrojo y por varios puntos en las trincheras enemigas; se clavaron 3 cañones de á 24 y 16, tres morteros, un obus, quedando sin clavar un solo cañon de á 24 por hallarse desfogonado.

"El enemigo, aunque en número considerable en las trincheras, no pudo resistir el ímpetu de nuestros soldados; y abandonando fusiles, mochilas, gorros, etc., huyó á refugiarse hasta su segundo atrincheramiento, en el que habiéndose reunido todas sus tropas y haciendo sus baterías un terrible fuego de bala y metralla, me pareció imposible pasar mas adelante y mandé se retirase nuestra tropa hacia el castillo; pero fue después de haberse mantenido mucho tiempo en la trinchera enemiga, hecho desde ella un vivísimo fuego, é incendiado sus gabiones en varios puntos.

"El número de los muertos del enemigo pasa de 60, cuasi todos á bayonetazos y se han hecho algunos prisioneros. La perdida de la tropa que salió se reduce á un muerto y tres ó cuatro heridos. Esta operación fue ayudada por el fuego de la plaza y castillo, por la fusilería de este y por las partidas que salieron oportunamente de la ciudad para atacar los puntos ocupados por el enemigo en San Daniel y ruinas de la torre de San Juan.

"El teniente coronel de artillería D. Pablo Miranda que marchaba entre los primeros de la columna, clavó el mismo las piezas de arillería, subiendo para el mismo efecto por el foso del rebellín el capitan del propio cuerpo D. Joseph Medrano.

"Toda la tropa se portó con su acostumbrada intrepidez, siendo imposible hacer una relacion de todas las particularidades del ataque, mereciendo cada una por si ser referida. Se distinguieron á porfia los oficiales que todos habían venido voluntariamente de la ciudad para mandar la accion; y eran: de Ultonia, los subtenientes D. Blas Castellví y D. Pedro Angulo; del 2.º de Barcelona, el teniente D. Joseph Camps; de Borbón el teniente D. Joseph Tur y Cirer y los subtenientes D. Manuel Clercy y D. Francisco Jacobi á quien los demás de comun acuerdo habian dejado el mando principial; del primer tercio de Gerona, el teniente graduado de capitan D. Marcos Antonio Iglesias y el subteniente D. Matias Ferran; y del primer tercio de Vich, el teniente D. Gaspar Graell".

Parte del teniente coronel D. Narciso Rich.

"Para entretener al enemigo, según la orden de V. S. por San Daniel y Puigventos y salir con tropas del castillo de Capuchinos y de Condestable, mientras se verificaba la salida de Monjuich, traté con los gobernadores respectivos sobre la colocacion de las guerrillas; de que resultó que los 50 hombres que salieron de Capuchinos, al mando del subteniente del primer tercio de Gerona D. Mateo Marti, ocuparon la loma derecha del castillo del Calvario; y los 30 que salieron del Condestable, al mando del teniente del mismo D. Joseph Casas, su izquierda, para batir de este modo á los enemigos de San Daniel, cuando yo conociese que se iba á dar el golpe en las baterías contra Monjuich, en cuyo momento empezó la del Condestable un vivo fuego sobre San Daniel, lo que produjo la ventaja de que huyendo varios de ellos del citado pueblo, cayeron en manos de la otra guerrilla que estaba sobre la derecha, pagando con la vida varios de ellos un justo tributo al valor de nuestros soldados, que siguiendo el deseo de gloria que les anima, querian bajar á desalojar á los que por las ventanas del monasterio y casas del pueblo, nos correspondian con un fuego incesante; pero como esto no era el objeto propuesto por V. S. no lo permiti, por observar puntualmente sus órdenes, las que creo se cumplieron del todo; pues tuvimos entretenidos 400 ó mas enemigos en aquellos apostaderos é inmediaciones, hasta que viendo concluida la accion en Montjuich, mandé retirarlos.

"Según mi concepto, ha tenido el enemigo 35 muertos, entre ellos un oficial á quien mató de un balazo el gastador del primer tercio Antonio Martín, con varios heridos, sin los que dentro de algunas casas regularmente habran perecido de los fuegos de obus y cañon, bien dirigidos del castillo de Condestable al mando del capitan de artillería D. Joseph Barbesé. Todos se hicieron dignos del aprecio de V. S".

Parte del Gobernador de Montjuich del 11.

"Incluyo á V. S. el parte que me ha dado el segundo comandante de este castillo D. Blas de Fournás de lo ocurrido en la salida de ayer que mandaba y añado, que en el momento de empezar la accion, toda la tropa sobrante de esta guarnicion colocada en los parages que se la habían destinado, hizo en el tiempo mas oportuno un vivísimo y acertado fuego á los enemigos, despreciando el de su fusilería y artillería, que de todas sus baterías batia sus parapetos del frente atacado, con un furor excesivo, á bala rasa, metralla y bomba. Resultó levemente herido el teniente de Borbón D. Joseph Ferrer, á quien una bala de cañon le quitó el sable de la mano, de que ni vestigios han aparecido.

"Recomiendo á V. S. toda la oficialidad y tropa de esta guarnicion, que manifestó en esta ocasión la misma bizarria que siempre: como tambien á tres religiosos capuchinos, y franciscanos que subieron voluntariamente al castillo y de los cuales uno fue contuso gravemente, quienes despreciando todos los riesgos, se ocuparon continuamente en auxiliar á la tropa.

En el Diario de Gerona del 11 de Agosto se lee: "Quando el enemigo creia amedrentada nuestra guarnicion con el espantoso fuego, que por la tarde de antiyer, y noche siguiente batia constantemente la cortina del castillo de monjuich [sic] por la parte de la brecha antigua, se dispuso una salida para clavarle los cañones.

"Efectivamente á las 12 del día de ayer unos oficiales bien conocidos por su bizarria se arrojaron sobre los cañones que tanto molestaban á Monjuich. La tropa á favor de su intrepidez y disposiciones de los Gefes de la Plaza, sorprendió al enemigo que descuydado en los puntos que defendia no acertó á batirse. Fueron degollados en el primer acometimiento todos los que no pudieron salvarse, se clavaron las piezas que mas de cerca desmoronaban la cortina; y cargada de despojos volvió la tropa contenta á los quarteles.

"Esta guarnicion siempre desenvuelve con predominio sobre el enemigo, su valor. A la vista de un corto numero de nuestros soldados se precipitan por las peñas los irresistibles, sacudiendo de si el peso que podia detenerles. Se les debe escusar sin embargo este pavor en Gerona, por que verdaderamente han probado un teson y denuedo á que no estaban muy acostumbrados. Si todas las tropas á quienes ha confiado la Nacion la defensa de sus derechos, y existencia, lo verificasen con la constancia y patriotismo que las de Gerona, su salvacion seria mas pronta y completa.

"Quando nos llegue el circunstanciado detalle de esta accion, la daremos al publico. Entre tanto debemos decir en honor de las señoras gerundenses que con la mayor serenidad y gallardia se presentaron en aquella montaña con parihuelas despreciando el fuego que por todas parte cruzaba en aquellas alturas, y bajando sobre sus delicados hombros los heridos que no podian andar por si pié, y del brazo á los que lo podian hacer, dulcificando y haciendo mas llevadero el dolor con auxilios tan edificantes".

Partes relativos á la Compañía de Santa Bárbara.

"Compañía de Santa Bárbara.-- Esquadra de San Narciso.

"La Comandanta de la misma da parte al Comandante General de la Vanguardia de cómo á la primera señal de alarma que se oyó á la una de esta tarde, acudió con las alistadas de su mando á su destino de la Plaza de San Pedro. Es por demás el ponderar el esmero con que se han portado todas sin distincion, en suministrar á los defensores de la patria, tanto de los varios puntos de esta plaza, como del castillo de Monjuich, el agua y aguardiente de que necesitaban, singularmente dicho castillo, desde donde conduxeron en brazos y parihuelas varios de los heridos que alla se encontaban, hasta el hospital del Real Hospicio, suministrándoles en el camino, vino generoso, vinagre y otros auxilios necesarios, manifestando su heroico celo, caridad y espiritu mas que varonil, en despreciar los riesgos y peligros de las balas que llovian sin cesar. Gerona 10 de Agosto de 1809.-- Lucia Jonama de Fitz-Gerald".

"Compañía de Santa Bárbara.-- Esquadra de Santa Dorotea.

"La Comandante de dicha dá parte al Comandante General de la Vanguardia, de que luego que oyó la generala recogió la gente que al pronto pudo de su mando, habiendo avisado tambien con el mismo objeto á la señora Comandanta de la Esquadra de Santa Eulalia la señora Maria Custí; reunidas en las puertas de San Pedro acudimos á la montaña al socorro de los heridos, á quienes conduciamos al hospital en parihuelas ó á brazos según su estado lo permitía; sin olvidarnos por esto de los que estaban haciendo fuego, procurando no les faltase el refresco para mitigar la sequedad del tiroteo, que consistía en aguardiente, vino y agua, que era lo que mas apreciaban.

"No puedo menos de recomendar á V. S. el espiritu varonil que las mugeres de nuestro mando han manifestado, despreciando las balas de fusil y cañón, bombas, granadas y todo género de fuego, por dar alivio á una guarnicion tan valerosa. Y ofrecemos á V. S. que en qualquiera ocasión haremos estos oficios con el mayor gusto, pues nuestro sexo en quanto le cabe debe ser igual al valor de nuestros defensores.

"No puedo distinguir á ninguna, porque todas han trabajado igualmente; por lo demás podrán informar á V. S., los valientes oficiales que se han hallado en la accion, lo que nos basta para nuestra satisfaccion.

"Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona 10 de Agosto de 1809.-- Maria Custí.-- Maria Angela Bivern.-- Sr. D. Mariano Alvarez".

Parte de los encargados de la Compañía de Santa Bárbara con fecha del 11.

"Por los partes que originales acompañamos á V. S., dados por doña Lucía Jonama de Fitz-Gerald, Comandanta de la Division de San Narciso, encargada del puesto de la plaza de San Pedro y sus agregados, doña Mariángela Bevern [sic] y doña Maria Custí, Comandantas de las Divisiones de Santa Dorotea y Santa Eulalia, halladas en el mismo, reconocerá V. S. el importante y agradable servicio que en la tarde del día de ayer hicieron con las individuas de su mando, alistadas en la Compañía de Santa Bárbara, mientras duró el ataque de las baterías de Montjuich, conduciendo según su instituto, los heridos á los hospitales, consolándoles y extendiendo su piedad y patriotismo, hasta cargar en hombros y llevar en parihuelas á los que no podian andar por su pié, entrando valerosamente en el castillo de Monjuich, para suministrar á su guarnicion el refresco de agua y aguardiente que tanto necesitaba.

"Cumplió por su parte doña Raymunda de Nouvilas, Comandanta de la Esquadra ó Division de la Concepcion, con las de su mando, recorriendo durante la accion los baluartes y murallas, llevando así mismo agua y aguardiente, para que refrescasen los artilleros y demás que hacian fuego al enemigo.

"Las quatro espresadas señoras Comandantas é individuas de la Compañía de Santa Bárbara, acreditaron muy bien su celo y puntual cumplimiento de su encargo, siendo digno de advertirse, que fueron muchas las mugeres no alistadas, que se ofrecieron voluntariamente é hicieron el servicio, en union de las divisiones de la Compañía mientras duró la acción".


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment Borbó. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment d'Irlanda. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment d'Hibèrnia. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Abanderat del Regiment Granada amb la bandera coronela. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment Ultònia. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia Estrangera. Oficial del Regiment irlandès Hibèrnia. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Fuseller del Regiment Nàpols. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia Estrangera. Sergent del Regiment italià Nàpols. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia. Abanderat del Regiment de la Corona amb la bandera regimental. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia Estrangera. Regiments suïssos. Regiment de Reding nº 3. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Infanteria de Línia Estrangera. Regiments suïssos. Regiment de Betschart nº 4. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.