Preparativos para el tercer sitio de Gerona (VI).

El brigadier Álvarez envió inmediatamente al Marqués de Coupigni, Capitán General del Ejército de operaciones, una exacta noticia de todo lo que ocurría, pidiéndole la venido de un cuerpo de tropas á Gerona, á fin de desalojar al enemigo de Báscara, reuniéndose para esta espedicion las tropas acantonadas en las cercanias de Gerona, una parte de la guarnicion de esta Plaza y las tropas y paisanos armados que comandaba D. Blas de Fournás. El Capitán General se limitó á contestar que si los enemigos tenían el atrevimiento de avanzar más para atacar á Gerona, el volaria personalmente con todas sus fuerzas para inutilizar sus proyectos.

Álvarez y la Junta comprendieron la proximidad de un sitio y lo que convenía no omitir diligencia alguna, para activar las obras de defensa y hacer el conveniente acopio de víveres. A este efecto Álvarez se enteró de los ya acopiados y no pareciéndoles suficientes, pidió al ingeniero comandante un estado de los víveres que una guarnición de 7.000 hombres podía necesitar para tres meses más; á cuya orden dió cumplimiento en pocas horas el citado comnandante, y pasó copia á su director en Tarragona, el mariscal de campo D. Tomas de Burzunaris. Además el coronel de artilleria, comandante en la plaza, llegado á ella el 17 de marzo, entregó al brigadier Álvarez un estado de todas las municiones que le faltaban. El brigadier pasó inmediatamente el estado de víveres al ministro de la real hacienda en la plaza D. Carlos Beramendi, con la prevención de que los solicitase á la mayor brevedad del Intendente del Ejército en Cataluña y que los enviase por mar á los puertos de San Feliu de Guixols ó Palamós. El estado de municiones lo remitió al Capitán General del ejército de operaciones.

Para contrarrestar lainfluencia que la estancia del enemigo en el Empurdán, producia en las poblaciones de aquella comarca, se circuló profusamente por la misma la siguiente:

"Proclama.
"Habitantes de los Corregimientos de Figueras y Gerona: el enemigo conoce, que la mayor guerra que le puede hacer la España, es abandonar cada Vecino de los Pueblos indefensos sus hogares y haciendas, extrayendo todos los generos que puedan servirle de utilidad. Él conoce ser imposible que la Francia pueda surtirle de todo lo que necesita un exercito, situado en un país, obstinado en defender su independencia y resuelto á morir por la libertad de la Patria. Por esto las primeras miras del Gobierno francés se dirijen á persuadiros, que los que habeis tenido la debilidad de rendiros y permanecer en vuestras casas, no os movais; y que los que poseidos de un espíritu verdaderamente Español y patriótico, habeis dexado vuestros domicilios, volvais á ocuparlos si quereis ser felices. Por esto el apóstata y desnaturalizado José Garriga, vil emisario del intruso Rey José os envia proclamas (si merecen este nombre sus papelotes) os envia ridículos impresos, con que procura seduciros y haceros creer, que vuestra felicidad depende de no desamparar vuestras casas. ¿Pero podréis creer, que el que ha aniquilado quantos paises han tenido la desgracia de caer baxo su tirania, puede enviar Ministros para labrar vuestra felicidad? ¿Pensais, que el que no respeta ningun derecho Divino, ni humano, puede enviaros Comisionados que hagan respetar vuestros derechos? Desengañaos Pueblos seducidos; despertad Españoles adormecidos con el canto del tirano impostor, que os promete soñadas felicidades. No intenta el Gobierno francés vuestra felicidad; intenta si robar los efectos de vuestros sudores; alimentarse con los frutos que os han producido vuestras fatigas y haciendas; valerse de vuestros brazos para facilitarle la conquista de España, y enviar como esclavos á vuestros hijos á sojuzgar los Imperios del Norte. Esta es la única felicidad que podeis prometeros de vuestra rendicion y cohabitacion con los gabachos. Escarmentad con lo que vosotros mismos sabeis de los Italianos, Napolitanos, Alemanes y Zuizos (sic), á quienes con las esposas en las manos habeis visto venir hasta nuestras fronteras, para tomar despues las armas contra España, mejor diré, para hallar su sepulcro en España. Escarmentad con lo mismo que actualmente les tributais los debiles y fementidos que habitais con vuestros enemigos. ¿No es cierto que habeis pagado al tirano mas en tres meses que en seis años á vuestro Rey? ¿No conoceis que los exorbitantes tributos que rendís y habeis rendido, son los más ligeros que os impondrá, y los preliminares de vuestras desgracias? ¿Vacilareis por consiguiente un momento sobre el partido que debeis elegir? ¿Aguardareis desamparar vuestras casas, quando lo habreis dado todo al enemigo, y no podréis servir á la Patria, sinó de una grave carga por la extrema indigencia á que os habrá reducido la iniquidad francesa y vuestra ligereza? Imitad el heróico exemplo de Lladó y su Vecindario, cuyos intrépidos habitantes lo han abandonado todo, para salvar algo; han dexado sus casas, para no dexar la Patria, sin que nadie se arrepienta de su resolucion. Si todo esto no os mueve é impele al cumplimiento de lo que debeis á la Patria, que con los franceses abandonais, á la Religion, que con los mismos ultrajais, á vuestro legítimo Rey, que mesclados con aquellos Vandalos desconoceis; debe alomenos moveros el modo con que despues sereis tratados por los verdaderos Españoles. Temed el castigo que os amenaza: temed sobre todo vosotros que habeis admitido empleos de Bayles, Regidores, Recaudadores de frutos de los expatriados, temed un castigo exemplar, si al momento no desistís de vuestros ilusorios empleos, y no procurais someteros al Gobierno Español, que baxo dichas condiciones desde ahora os promete el perdon y os mirará como hijos.

"Gerona 9 de Abril de 1809.-- Mariano Alvarez".

Emilio Grahit y Papéll




Joseph I, rei d'Espanya. (Wikipèdia).



Cavalleria de Linia. Soldat del Regiment d'Alcántara amb uniforme de passeig. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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