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Día 5 de setiembre de 1809.
Entre las noticias del sitio se lee lo siguiente: "Los rasgos de generosidad y el acendrado amor patriótico merecen siempre el primer lugar en la estimación pública: y para que los que conducíendose según los sólidos principios de nuestra Religion, lealtad al Rey y amor á la Patria (por más que su humildad exija que se callen sus liberalidades y servicios y oculten sus nombres) no carezcan de la que tan justamente se merecen: es debido que se haga ostension, tanto por el mérito que contraen, como por que se confundan los que por su egoismo y ciega ambicion, ni tienen prógimo, ni estiman en más sus acciones que en quanto conducen á sus privados intereses, olvidándose de los sagrados deberes que caracterizan al hombre reunido en sociedad. D. José Atanze, que después de haber servido en los Reales exércitos, obtuvo de la piedad de S. M. el empleo de portero de la Real Aduana de Barcelona y que prefirió el verse reducido á la mayor indigencia, arrostrando con los mayores riesgos antes que acceder á prestar juramento de fidelidad al intruso Rey José, que exigían los franceses quando usurparon el mando de la misma, y que huyendo de la tiranía se presentó en esta ciudad de Gerona quando ya estaba sitiada, y se alistó en la compañía de Cruzada y despues en la de reserva, en la que en calidad de Cabo se ha prestado con tanto ardor y esmero á las fatigas y trabajos que le han correspondido: en vista de las actuales urgencias acaba de hacer un nuevo sacrificio en obsequio de la patria cediendo á favor de la Real Hacienda, del limitado sueldo de portero, que se le ha mandado satisfacer por el Sr. Ministro de la misma en este exército, 400 reales de vellon que es quanto le ha quedado libre de sus atrasos. Este esfuerzo de su patriotismo tanto mayor quanto sus obligaciones no le pueden permitir extenderse, es un testimonio de su magnanimidad y acendrado interés en la justísima causa que defendemos: y por lo mismo merece la pública estimación y que se haga ostension de este donativo tan grato, como satisfactorio y de un particular aprecio, así para todos los buenos patricios, como para el Comandante General. "Así mismo exige el reconocimiento de los buenos patricios la generosidad del R. Presbítero Bartolomé Prim, que puso á las órdenes del Comandante General de la Vanguardia dos pellejos y medio de vino y un quarto de tocino, con destino á la tropa que hiciese alguna salida: y efectivamente se verificó repartiéndolo entre la que salió á recibir el convoy". El P. Esteban de Sabadell, con febril actividad, en menos de veinte y cuatro horas logró entregar los pliegos, animar al paisanage y reunir en los Angeles 200 cargas de harina y algunas de vino y aceite, con varias cabezas de ganado lanar. La fuerza que había de escoltar este convoy consistía en 200 migueletes del tercio de Cervera con cinco oficiales de varios cuerpos, pues aun cuando en la noche anterior llegaron á reunirse unos 600 paisanos, antes del día desampararon el punto y regresaron á sus casas. El teniente de Ultonia D. Manuel Llauder, que como se ha dicho anteriormente, ocupaba aquella ermita con un destacamento, en virtud de las órdenes del General Blake, desde el día primero de aquel mes de septiembre, dio aviso al General Alvarez de que con la ocupación por el enemigo de las alturas del levante de la Plaza, quedaba interceptado y por tanto se hacía difícil al convoy emprender la marcha. En su vista el General Alvarez dispuso que el teniente coronel D. Felipe de Fleires, comandante del primer tercio de voluntarios de Talarn y D. Carlos de Montignani gobernador del fuerte de Capuchinos saliesen con 500 hombres y ocupasen las alturas de Puig Ventós y Casa Estela, desalojando de ellas á los enemigos, y franqueasen de esta manera, por una parte de la salida de los paisanos forasteros que habían entrado aquellos días en Gerona y deseaban regresar á sus domicilios, y por otra el paso del convoy reunido en los Angeles. Verificose esta salida á la una de la tarde, formándose la tropa en tres columnas. La primera tomó el camino del Castellar, la segunda el de Puigventós y la tercera siguió por la izquierda hacia la misma direccion. Atacaron todos con valor y denuedo á los enemigos que encontraron, desalojándolos completamente de los puntos que ocupaban, habiendo dejado en el de Casa Estela algunos muertos. Inutilizáronse sus ranchos y se pegó fuego á sus barracas. En este momento desfiló de los Angeles el convoy, pero habiendo los enemigos recibido considerables refuerzos que les vinieron de la parte de Campdurá y Castellar y sobrevenido un fuerte aguacero que hizo paralizar la acción é impedía ver los movimientos del enemigo, al poco rato se vieron los nuestros atacados por fuerzas superiores que con facilidad podían envolverles. Dispúsose entonces la retirada á la Plaza, operación que al principio se ejecutó oponiendo una vigorosa resistencia, pero que despues se terminó con algún desorden. Los fuertes hicieron un fuego muy vivo y algunas descargas de metralla sobre los enemigos, quienes hubieron con ello de detenerse. A su vez el castillo de Montjuich y las baterías de la torre de San Daniel molestaron bastante la retirada de nuestras tropas. Malogróse pues el objeto de la expedición, habiéndose sufrido una pérdida de 13 muertos y 25 heridos. No pudo entonces saberse el paradero de la derecha de la columna de Montignani, que había sido vigorosamente atacada y que no logró reunirse á las otras, ni entrar en la plaza, escepción hecha de los granaderos de Borbón y Baza que con un valor extraordinario lograron abrirse paso. Con este motivo se creía que los tenientes del primer tercio de Gerona D. Francisco Comas y D. Matías Ferrán con 33 soldados habían sido hechos prisioneros. No fue así pues lograron en su mayor parte salvarse en los Angeles. Quedó sí prisionero el teniente coronel D. Latino Fitzcheral que había salido por curiosidad con las tropas. Respecto al convoy, salido que hubo de los Angeles, se vió precisado á parar su marcha por causa del temporal, perdiendo entonces de vista á las fuerzas salidas de la Plaza. El P. Miquel de Vich, comisionado por los oficiales de la escolta del mismo convoy, se adelantó hasta la altura de Casa Estela y observando desde allí la retirada, y á la vez una emboscada de unos 600 hombres que tenía preparada el enemigo, mientras de la parte de San Miguel salía una columna que le tiró una descarga, hizo la señal de retirada, que emprendió el covoy replegándose otra vez á los Angeles, sostenido por los 200 voluntarios que lo escoltaban y que estuvieron tiroteándose con los enemigos. Entrada ya la noche se replegaron todos dentro de aquella ermita, y despachados los paisanos que con las acémilas y provisiones regresaron á sus casas, se envió el parte de lo ocurrido al General Alvarez para que dispusiera lo que debían hacer. Las provisiones de boca que en este día habia en la Plaza se reducían á 29 cabezas de ganado vacuno y 113 de lanar. Se economizaba esta carne con mucho cuidado, incluso en los hospitales que eran casi los únicos puntos donde se distribuía. Por este motivo se empezó el suministro de habas á la guarnición, recojidas de los vecinos, reservándose para los enfermos las pocas cargas de arroz que había entrado con el convoy. Parte del teniente coronel D. Juan Clarós, acerca los sucesos de los días anteriores. "Excmo. Sr.-- En cumplimiento de lo mandado por V. E. me puse en marcha con mi division el 31 del próximo pasado mes á las tres de la mañana, cuya marcha no pude verificar más pronto, por haber recibido el oficio de V. E. á las 6 de la tarde del 30; y habiendo llegado á las 2 de la tarde al pueblo de Adri, dispuse comiese el rancho mi gente y se reposase de una marcha que la situación del país y larga distancia habían hecho fatigosa. "Reconocí desde luego el terreno y despaché las guerrillas necesarias para cerciorarme de la posicion del enemigo. Una altura vecina me facilitó por la noche ver el número y dirección de los fuegos de aquel. Asegurado de su posicion, avisé al coronel D. Francisco Rovira, para que desde la suya atacase al enemigo en el castillo de Montagut, donde se hallaba fortificado, con el doble fin de llamar la atención allí y de poder por el flanco y retaguardia enemiga obrar yo con más ventaja. "Prévias estas disposiciones y conseguido ya mi fin, dispuse que marchasen cinco compañías del tercio de Figueras, el somaten de Camprodon con algunos de los pueblos de sus cercanias, al mando de D. Miguel Malet Pbro.; el de Olot organizado en cinco compañías á las órdenes del Doctor D. Joseph Casabona y dos otros somatenes de varios pueblos que todavia estan dominados por los franceses y que no nombró para no comprometerlos, cuyo número total ascendía á mil hombres, todos al mando de D. Francisco de Paula Claros, mayor del tercio de Figueras. "Dispuse tambien que el teniente coronel D. Ramon de Foxá, con la caballería de San Narciso de su mando y con 70 migueletes de Figueras, se apostase al llano de Tayalá, dexando un cuerpo de reserva dividido en varias posiciones ventajosas, para echar mano de el conforme lo exigiesen las circunstancias, el que dexé encargado á la pericia del teniente coronel, comandante del insinuado tercio D. Francisco Ferrer y Pons. Tomadas estas disposiciones y reconocido el terreno por dos guerrillas por derecha é izquierda, esta última al mando del teniente del referido tercio D. Joseph Gironella y la primera al del capitan del mismo D. Pablo Vila, que serian las cinco de la mañana; avistó poco después al enemigo con mayor conocimiento y simultaneamente se le atacó por ambas partes. Apesar de su viva resistencia, fue batido y puesto en el mayor desorden, se le quemaron cuatro campamentos, se le desalojó de todas las alturas de esta parte del Ter, tuvo que abandonar todo su equipage con bastante cantidad de fusiles para armar muchos migueletes y somatenes que estaban desarmados; se le cogieron siete caxas de guerra y la batería den Roca compuesta de dos obuses que se enclavaron y en la que se encontraron dos carros capuchinos cargados de granadas, que encendió el furor de mi gente. "En tan favorables circunstancias, no creí intempestivo informar de su pormenor al caballero gobernador de la inmortal Gerona, mandando al efecto á mi Ayudante de campo Doctor D. Antonio Tomas Fages y Sans, subteniente del primer tercio de Gerona, con cinco husares de la caballería de San Narciso. El enemigo arrollado en el llano de Sarriá, fue divertido por largo tiempo conforme á los deseos de V. E. y no me queda la menor duda de que hubiera sido allí completamente derrotado, á no haber sobrevenido un furioso huracan con piedra y lluvia, que desvaneció mis proyectos. "Quedaron en el campo de batalla muchos cadáveres franceses, entre ellos el del general de la division Wesfaliana, Hadeln, quien al tiempo que cogió á un miguelete del tercio de Figueras intimándole se rindiera, este pudo arrebatarle su espada, pasársela y derribarle á sus pies: el nombre y la graduación de Hadeln, me constan por la deposición de un sargento aleman, que con quatro compañeros suyos quedó prisionero. "Mi gente debió sin duda al ardor con que acometió, el que apesar del vivo fuego del enemigo, toda nuestra pérdida consistió en dos heridos y un contuso, ninguno gravemente. "Faltaria á la equidad y á mi deber si dejase de recomendar á V. E. el singular mérito que han contraído, no solamente los comandantes y demas gefes, sí que tambien los migueletes y somatenes: todos trabajaron á porfia y hasta el somaten desarmado gritaba y quería pasar adelante: así es que una partida de estos últimos que destiné en una altura, únicamente con el fin de imponer con el número respeto al enemigo, apenas pudo ser contenida. No obstante de ser general el mérito, lo contraxeron particular algunos individuos: contribuyó á la felicidad de la accion el ardimiento é intrepidez de D. Francisco de Paula Claros, mayor del tercio de Figueras. Todos los oficiales y distinguidos, que con motivo de las muchas vacantes que hay, lo son interinamente de aquel aguerrido cuerpo, son dognos de los mayores elogios. Tambien lo son los somatenes de Camprodon y su comandante D. Miguel Malet y el de Olot con su comandante el Doctor Don Joseph Casabona. Es también recomendable el mérito de los tenientes coroneles D. Ramon de Foxá, por haber sostenido con bizarría exemplar la arriesgada posición de Tayalá y el Sr. D. Francisco Ferrer y Pons, por la serenidad y táctica que manifestó, haciendo adelantar las columnas de reserva, al paso que iban retirando los enemigos y enviando á su tiempo los socorros donde lo exigían las circunstancias. "D. Pablo Vilar, capitan y D. Joseph Gironella, teniente ambos del citado tercio de Figueras, contrajeron un mérito señalado por el conocimiento, valor y utilidad con que desempeñaron las guerrillas. "Dios guarde á V. E. muchos años. Campamento de Porsacreu 5 de setiembre de 1809.-- Excmo. Sr.-- Juan Claros.-- Excmo. Sr. D. Joaquin Blake". Oficio del Ministro de la Real hacienda en Gerona al General Alvarez. "Llegaron por fin al último término los apuros en que se encuentra la pagaduría del ministerio de Real Hacienda de mi cargo de esta plaza para poder cubrir las obligaciones diarias indispensables que la rodean, y que manifiesta el estado que acompaño. "Los 2900 hombres con que se ha aumentado su guarnición desde el dia 1.º del corriente, acabaron de consumir quantos recursos pudieron ofrecer los beneméritos habitantes de esta ciudad, que con tanto desinteres como patriotismo lleva ya quatro meses de sostenerse por sí sola. "V. S. se hallará bien penetrado de esta verdad, que es tan pública, y le consta por tantos títulos, y yo no puedo menos de repetirla toda mi vida, y hacerloen esta ocasión en descargo de mi deber; pues quando me encuentro ahora mismo rodeado de todos los habilitados de los cuerpos, de infinitos jornaleros y dependientes de fortificacion, artillería y hospitales y otros muchos acrehedores, que claman por algun socorro para mantenerse, no puedo menos de tomar la pluma, y recurrir inmediatamente á V. S. para que hecho cargo de la grave influencia que la falta absoluta de numerario puede tener en la situacion en que nos hallamos, se sirva tener á bien dictarme prontamente el partido que debo tomar, respecto á que le consta á V. S. que desde el 13 de junio en que empezó el bombardeo, se han despojado los santuarios de quanta plata posehian, é igualmente estos heroicos vecinos, presentándola en la casa de moneda, y entregando con su importe hasta el día de hoy, sumas que, sinó han llenado enteramente el cupo de las obligaciones, han sido sin embargo suficientes á haber podido dilatar hasta ahora nuestra heroica defensa. "Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona á la una de la tarde del 5 de Setiembre de 1809.-- Carlos Beramendi.-- Sr. D. Mariano Alvarez". |
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