Bombardeo de Gerona. Levantamiento del sitio. (IV).

Día 16 de agosto de 1808 - Primera parte.

El enemigo había mandado venir un grande acopio de municiones para continuar el bombardeo, pues había acabado las bombas y granadas. A pesar de ello no disparó contra la plaza, á lo cual tal vez contribuyera el que la noche fue en estremo oscura. En los campamentos se vieron muchas fogatas que á la vez podían servir para secar las ropas, y para estar en comunicación unos con otros, lo que les era necesario teniendo tan próximas las fuerzas libertadoras.

Antes de las cuatro de la madrugada entró en Gerona D. José Torres y Pellicer, que venía del Castellar, y comunicó las últimas órdenes del Conde de Caldagués para realizar la empresa que éste tenía confiada.

Al amanecer púsose en marcha el Conde en dirección al valle de Sant Daniel pasando por detrás de los fuertes de levante con objeto de trepar por la montaña de Montjuich y atacar las baterías enemigas por el flanco. Llevaba escasamente 3.700 hombres, cuya vanguardia confió á Miláns, dando á O-Donovan la dirección de la retaguardia.

Clarós que con su gente y varios somatenes, en junto 2.500 hombres, estaba en los Angeles, al ver el movimiento de Caldagués, se puso en marcha con objeto de desalojar la altura de San Miguel, destruir el campamento de Campdurá y atacar por la espalda las baterías contra Montjuich.

Mientras estas columnas iban en marcha, en la plaza se preparaba todo lo necesario para realizar el plan acordado, señalándose en el castillo de Montjuich la guerrilla que había de salir, la cual se apostó en los fosos. A las siete de la mañana se reunieron en la plaza de San Pedro las fuerzas que habían de ejecutar la salida, que eran 126 hombres del regimiento de Ultonia mandados por su sargento mayor D. Enrique O-Donell, 500 del segundo de Barcelona á las órdenes de su comandante D. Narciso de la Valette, que había de ser el jefe de la salida, una compañía de migueletes de Tarragona con su capitán D. Francisco Garrell y otra de los de Gerona con el suyo D. Narciso Bou y Conchs, dos cañones de batalla bajo la dirección del comandante de artillería D. Pablo Miranda, con los subtenientes D. Pedro La Llave, D. Narciso Serrats y el ayudante D. José de Urio, con todos los útiles necesarios para clavar los cañones y destruir ó quemar las baterías.

Como la tropa de la plaza era mucha y podía el enemigo hacer un vigoroso ataque contra ella, al tener lugar la salida, todos los paisanos sin escepción, inclusos los eclesiásticos y esceptuando solo los absolutamente imposibilitados para el manejo de las armas, ocuparon sus puestos y los que dejaban las fuerzas que iban á salir, lo que quedó realizado antes de estar éstas reunidas en la plaza de San Pedro.

El momento señalado para que todos diesen el ataque, había de ser la toma del campamento de Campdurá por las fuerzas de Clarós, señalándose por medio de la campana mayor de la iglesia Catedral y para que en esto hubiese el mayor cuidado, se comisionó á D. Fernando Campero, capitán de Ultonia, quien desde la punta del día estuvo en el campanario con los correspondientes anteojos.

La Valette dividió en dos fracciones las fuerzas destinadas á la salida, una compuesta de la gente de Ultonia y 274 hombres del segundo dee Barcelona al mando de O-Donell, y el resto de lo quedó directamente á sus órdenes. Poco después de las ocho salieron por la parte de San Pedro y ocultándose á la vista del enemigo, se escondieron entre las sinuosidades del camino que conduce al castillo de Montjuich.

Clarós desalojó fácilmente el enemigo de la altura de San Miguel, bajando enseguida á Campdurá cuyo campamento tomó é incendió.

Era el momento señalado. Acababan de dar las nueves, cuando la campana tocando á rebato puso en movimiento á toda la gente. Miláns subía la montaña de Montjuich desde el valle de San Daniel, Clarós destacaba una partida para que atacase al enemigo por la espalda de su batería, las fuerzas salidas de Gerona subían decididamente hacia la torre de San Daniel en donde estaba la batería y la guerrilla del castillo saliendo del foso atacaba de frente.

Enardecidos los ánimos por el toque de arrebato y por el deseo de llegar á las manos con los franceses, con la celeridad del rayo, sin disparar un tiro, atacaron á la bayoneta los de La Valette y O-Donell entrando por un boquete en la batería de la torre de San Daniel, matando á cuantos intentaron defenderse. Retiráronse los enemigos hacia las torres de San Narciso y San Luis, pero pronto hubieron de abandonar la primera y luego la segunda. Más, en este momento recibieron varios refuerzos y adelantándose un batallón de suizos, logró recobrar la torre de San Luis y la batería más cercana á ella.

Semejante contratiempo podía malograr la empresa y era preciso desbaratarlo, y así poniéndose los jefes y oficiales al frente de los soldados y migueletes, y auxiliados por una partida de granaderos del regimiento de Soria de las fuerzas libertadoras, atacaron otra vez á la bayoneta y recobraron la disputada torre de San Luis con su batería y obligaron al enemigo á retirarse y repasar el barranco. O-Donell y Aldea fueron gloriosamente heridos en aquella acción que fue muy celebrada y valió á O-Donell mucho renombre. El ayudante O-Relly entró por una tronera. También quedaron heridos el subteniente de Ultonia D. Manuel Piersón y levemente el capitán del mismo cuerpo D. Guillermo Nash, quien después de curado de primera intención en Montjuich volvió otra vez á tomar parte en el combate al frente de su compañía.

En estos ataques se distinguieron también el segundo de Barcelona con su comandante La Valette, las compañías de migueletes de Tarragona y Gerona, la artillería de batalla que obró cuanto pudo a pesar de las dificultades del terreno, las guerrillas salidas de Montjuich á las órdenes del capitán D. Constancio de Martínez, quedando herido el teniente D. José Ortega que iba con ellas.

Las fuerzas salidas de la plaza lograron darse la mano con las de Clarós estendiéndose entonces una línea de nutrido fuego desde Montjuich hasta Campdurá, que iba desalojando los puestos enemigos, y obligándoles á huir á Puente Mayor y Sarriá. El capitán del segundo de Barcelona don Tomás Marco de la Plata con una partida de su cuerpo y algunos migueletes, dirijiéndose por la ladera del monte, hacia Pedret, hizo prisioneros á un oficial y 24 soldados que se habían refugiado en la iglesia de Nuestra Señora del Pilar.

Mientras tanto, una brigada de operarios á las órdenes de los oficiales de artillería, iban destruyendo todas las obras de ataque contra Montjuich y entrando los cañones, municiones y materiales dentro del castillo. Desde entonces la misma artillería francesa sirvió para su defensa.

El Conde de Caldagués al llegar a la cima de Montjuich felicitó á La Valette por la rapidez y felicidad con que se habían tomado las posiciones enemigas y mandó emplazar la artillería de batalla salida de Gerona, no habiendo podido hacerlo con la que él llevaba por retardar su marcha las dificultades del terreno y por la precipitación con que había hecho marchar la gente para que auxiliase á la salida de la plaza.

El enemigo sacando mucha fuerza de sus campamentos de detrás del Puig den Roca, la hizo formar, con su caballería, entres cuerpos en el llano de Sarriá, para sostener el paso del rio Ter por aquella parte.

El general Duhesme sostuvo como pudo el combate durante todo el día, sin atreverse á tomar la ofensiva, por hallarse molestado por otro grueso de somatenes bajado de Rocacorba y Bañolas que le distraían por la espalda.

Emilio Grahit y Papéll



Capità general en uniforme de mitja gala a cavall. Dibuix de Fèlix Xunclà basat en "Uniformes militares españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, 1982.



El "Globus de la coronació de Napoleó, 1804", de la sèrie de cartes col·leccionables, editada entre 1890 i 1900, a Paris per Romanet & cie. (Wikipèdia)



Capità general en uniforme de mitja gala peu a terra. Dibuix de Fèlix Xunclà basat en "Uniformes militares españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, 1982.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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