Bombardeo de Gerona. Levantamiento del sitio. (II).

Día 14 de agosto de 1808.

El bombardeo durante la noche anterior fue mucho más vivo y ocasionó algunas desgracias. Fue herido el capitan del segundo de Barcelona D. Francisco María Milá, comandante del segundo tercio de migueletes, quien hallándose con su tropa apostada en la plaza del Vino, para acudir donde conveniese, con las piedras que despidió una bomba al reventar, recibió ocho heridas, algunas de consideración. Refiere el Diario de Girona que en el momento en que acababa de ir de parto una señora, reventó una bomba sobre el techo de su alcoba, cubriendo la cama de escombros y fracturando la pierna á una criada que estaba en la sala con la recién nacida en brazos, quedando la criatura y la madre enteramente ilesas, bien que por el mucho polvo y humo de los mismos, fue preciso trasladarlas á la Catedral, donde estaba recojida la Junta con una gran porción de personas de todas clases.

Aunque al principio pasaban sobre la ciudad muchas bombas, tuvieron después tal acierto que no erraban ninguna. Con los estopines, incendiaron aquella noche tres casas, pero fue con prontitud apagado el fuego por los albañiles y demás gente destinada á este servicio. El sargento mayor de la plaza D. Juan Francisco de Molinas, nombrado mayor de línea por las Juntas, así como los ayudantes, acudieron á todas partes y distribuyeron las órdenes con acierto y actividad. Este segundo bombardeo duró hasta las diez de la mañana habiendo disparado el enemigo 600 bombas y granadas.

Las demás baterías hicieron un fuego muy vivo, particularmente las dirijidas contra Montjuich, donde causaron bastantes desperfectos, pues estaba enteramente desmoronado el parapeto de una de sus caras y en gran parte demolidos los edificios que se hallaban en las direcciones de las baterías, así como señalado todo el frente que enfilaban. Era gobernador interino de aquel castillo el teniente coronel D. Joaquin O-Reilli, capitan de granaderos del regimiento de Ultonia, quien se mostró infatigable en todo lo que atañe á la defensa, haciendo además limpiar durante la noche los escombros caídos al foso y reparar los parapetos. Los primeros heridos en aquella fortaleza fueron el subteniente de artillería D. Pedro de la Llave y el teniente de la compañía que se estaba formando de esta arma D. Baudilio Mallol, quienes no quisieron retirarse nunca por más que se les instaba á ello. También lo fue el comandante de la propia arma, quien sin embargo subió casi todos los días á revistar y ordenar cuanto era necesario.

Como la batería de casa Roca, no cesaba de incomodar al baluarte de San Pedro, dirijieron á ella sus fuegos este mismo baluarte, el castillo de Montjuich y la torre de San Juan, con tan buen resultado, que consiguieron pegar fuego al repuesto de granadas, cuya explosión les causó considerable daño.

En vista del estrago que ocasionaban las bombas en la casa donde estaban instaladas las Juntas, sin duda por saberla el enemigo, fue preciso trasladar la documentación y efectos á los claustros de la Catedral.

Apesar de todo esto, no es posible ponderar la serenidad que reinaba en el semblante de todos los moradores. Las mujeres casi celebraban como una satisfaccion el haber sufrido estragos en sus casas, y parecían como mortificadas aquellas que no los habían experimentado. El fuego del sitiador no fue bastante para suspender el mercado si en la plaza, como en las tiendas.

Al anochecer una de las caras atacadas del castillo de Montjuich, estaba con brecha que llegaba a más de una vara abajo del cordón. No pudiendo acudir á este punto, con la continuación que requería, el ingeniero comandante D. Guillermo Mianli, por serle indispensable atender á otros puntos de la mayor importancia, se ofreció auxiliarle como ingeniero voluntario el capitán de Ultonia D. Eduardo O-Ronán, destacado en aquel castillo y con su buena voluntad llenó bien su deber, recomponiendo con acierto, actividad y riesgo, los destrozos que causaban las baterías enemigas.

A las ocho de la noche siguiente ó del 14 al 15, continuó el bombardeo como en la anterior, con la diferencia de que no habiendo podido el enemigo rehabilitar todo lo desmontado de sus baterías, se sirvió de un obus de la de Palau y de tres morteros de la de Santa Eugenia. La primera cesó de disparar á las 9 y media. La segunda continuó lanzando 3 bombas cada ocho minutos hasta la una y media de la noche en que quedó en silencio.

Aunque hubo algunos amagos de incendio fueron sofocados con prontitud.

El Diario de Gerona de este día se ocupaba de la primera noche de bombardéo en los siguientes términos:-- "Por fin dispertó el Sr. Duhesme del sueño que le ha durado 22 días: en el diario de ayer vimos la intimacion que el General Francés hizo á esta muy Ilustre Junta con la contestación: ahora quiere cumplir su palabra. A las doce de la inmediata noche empezó el bombardeo, que duró once horas seguidas con mucho calor, disparando contra esta Plaza por diferentes puntos como 250 entre bombas y granadas reales á mas de la bala rasa con que vivamente acometió el enemigo el castillo de Montjuich: hasta que nuestros diestros artilleros lograron desmontar la batería inmediata á éste con mucha pérdida del enemigo y otras que se dirijían contra la ciudad. ¿Y el enemigo que ha conseguido? Desvelar un poco á sus habitantes, pero haciéndoles conocer al mismo tiempo lo poco que deben temer sus amenazas. Parece que así lo llega á conocer el Sr. Duhesme, pues durante el bombardeo dirijió otro pliego á esta Junta quexándose amargamente por haberle detenido el oficial y trompeta, que vinieron á intimar la rendición, repitiendo amenazas... Pero estamos persuadidos de que será buena prueba de su influxo en escribir, si vuelve á tomar la pluma despues de leida la prudente y enérgica contestacion de la muy Ilustre Junta..".

El propio Diario publicó el parte de la junta de Lladó acerca el combate que los empurdaneses sostuvieron el día 6, precedido de las siguientes líneas;-- "Pero hablemos ya de los invencibles atletas del valeroso Don Juan Clarós. Sí: bien puede Napoleón llenar sus quadros con descripciones topográfico-históricas para eternizar las decantadas batallas de Marengo, Austerlitz, etc., etc., que nuestros valientes y temibles Ampurdaneses no necesitan andar muchas regiones para sepultar en el memorable llano del Cotó aquellos campeones, que tan arrogantemente presentan las galas de la Magdalena en París. Creería Bonaparte quando esto ideaba, que los paisanos del Ampurdan habían de hollar y confundir las glorias que su vana imaginación le sujeria? Parece un sueño".

Emilio Grahit y Papéll



Tren d'Equipatges. Soldat. Extret de "Les uniformes de l'Armée Française. Les Ordonnances de 1690 à 1894", de Dr. Lienhart i René Humbert. Leipzig ca. 1900.



Tambor Major de la Guàrdia Nacional. Extret de "Les uniformes de l'Armée Française. Les Ordonnances de 1690 à 1894", de Dr. Lienhart i René Humbert. Leipzig ca. 1900.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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